El significado del nombre de los tamaños de botellas de vino

El significado del nombre de los tamaños de botellas de vino

¿Alguna vez te has preguntado por qué las botellas de vino tienen esos nombres tan curiosos?  Y ¿por qué esos distintos tamaños?

Bien, pues en este post, queremos despejarte todas esas dudas, pero antes de hacerlo, queremos contextualizarte la aparición de la botella de vidrio como el mejor recipiente para conservar el vino.

Estamos acostumbrados a ver en comercios y restaurantes un tamaño concreto de botella de vino. Se trata de la botella que contiene 750 ml. Es la más común y con la que estamos todos más familiarizados. Sin embargo, existen tamaños de botellas de vino que llegan hasta los 40 litros…

No sabemos si alguien alguna vez ha llegado a descorchar una y bebérsela con amigos y familia 😉, pero lo que sí sabemos es que alguna razón hay para que exista. Descubrámoslo en este post.

Los orígenes

Antes de que el vidrio aterrizara en el mundo del vino, nuestros ancestros ya se encargaron de utilizar distintos recipientes para poder mantenerlo y transportarlo. De hecho, ya en anteriores posts, hemos hablado del uso de ánforas de barro para almacenarlo.

El uso de los conocidos barriles de madera o barricas de madera llegaron más tarde gracias a su facilidad para poder transportar y conservar el vino. Además, estas generaban aromas y sabores que mejoraban marcadamente el vino.

Fue en el siglo XVII cuando llegó el vidrio al sector vitivinícola. En Venecia ya se había utilizado este material durante años, y las clases altas fueron las encargadas de ir extendiéndolo en sus banquetes y fiestas.

La técnica del soplado era la usada para elaborar botellas de vidrio. De aquí, surgen distintas hipótesis de porqué la capacidad que tenían esas botellas de vino era de 750 ml.

Estas suposiciones son:

  • Que esta medida era la ideal para la capacidad pulmonar de los sopladores, es decir, con la que mejor rendían.
  • También, se dice que cuando se comenzaron a elaborar las botellas, se decidió que, entre la misma botella y el vino, no se superara más de un kilogramo para poder transportarlo mejor. Las medidas serían aproximadamente, entre 200 y 300 gramos y la capacidad del vino, entre 700 y 800 ml.
  • Y, por último, que 750 ml es la cantidad más adecuada para los viticultores y los consumidores. ¿Por qué? pues porque de una botella de ese tamaño se pueden sacar seis vasos de vino, 125 mililitros por persona. Al parecer, en la época de Napoleón, era considerada la cantidad idónea para que los hombres bebieran durante una cena. Aunque también, se dice que es la medida perfecta para la conservación del vino.

Como dato a destacar, las primeras botellas que fueran fabricadas de manera industrial se hicieron en el 1821, en Bristol (Inglaterra).

Tamaños y el porqué de sus nombres

Comenzaremos dándote una pista y diciéndote que la mayoría de los nombres elegidos son bíblicos, hebreos o judíos. Y es que los franceses, fueron ellos quienes impusieron estos nombres, los eligieron por considerarlo una muestra de elegancia y distinción asociado a estas figuras.

Botellas de vino más conocidos

Benjamín, Cuarto botella, Piccolo o Split: Una cuarta parte de una botella de tamaño estándar (750ml), aproximadamente una copa de vino.

Media botella o Demi: La mitad del tamaño estándar de 750 ml. Demi proviene del francés que significa mitad.

Estándar: El tamaño más común y universal 750 ml

Magnum: Equivalente a dos botellas de 750 ml estándar.

Doble Magnum: Equivalente a dos Magnum o cuatro botellas de 750 ml estándar.

Jeroboam, dos reyes de Israel llevaban este nombre. Equivale a seis botellas de 750 ml estándar. Las botellas de 3 litros, Jeroboam, dos reyes de Israel.

Rehoboam, equivalente a 4,5 litros. Su nombre hace honor al rey de Judá, hijo y sucesor del famoso rey Salomón.

Matusalem, uno de los patriarcas bíblicos más famosos, que, según el génesis, vivió casi 1000 años. Semejante a ocho botellas estándar de 750 ml o dos Doble Magnum.

Salmanazar. Así se llamaban cinco reyes asirios, uno de ellos fue el responsable de la desaparición de Israel. Equivalente a nueve litros o 12 botellas de 75 centilitros. En algunos lugares, esta medida también es denominada Mordechai, por el nombre de un personaje del Antiguo Testamento.

Baltasar, sin duda, el nombre de uno de los Reyes Magos.  Equivalente a doce botellas de 750 ml estándar.

Nabucodonosor fue rey de Babilonia, durante aproximadamente 50 años, en la época de mayor prosperidad. Equivale a 15 botellas de 750 ml estándar.

Melchior, otro de los Reyes Magos. Su medida es de 18 litros. En Borgoña, se le llama Salomón. Recibe el nombre del rey.

Sovereign: Similar a treinta y tres botellas de 750 ml estándar y un tercio de una botella de 750 ml estándar.

Primat: treinta y seis botellas de 750 ml estándar.

Melchizedec fue el rey de Salem. Este rey representa a cuarenta botellas de 750 ml estándar. Las más grandes de todas.

 Tamaños de botellas poco comunes

Chopine proviene del francés, y este nombre lo recibió, a su vez, del alemán schopen, cuyo significado es “cucharada”. Es un tamaño poco común, equivale a un cuarto de litro o 25 centrilitros. En Francia, se considera esta medida semejante a una pinta de cerveza (como unos 400 ml).

Jennie. Al parecer, su nombre proviene de un tipo de aguardiente que se embotellaba en Gales. Este nombre hace referencia a algunas botellas de medio litro en las que se embotellan vinos dulces o generosos.

Clavelin. Otra medida un tanto rara, 62 centrilitros, en el que se embotellaba el vino procedente de los viñeros de Jura (este de Francia). El resultado de esta medida, según parece, es porque el 38 % del vino amarillo elaborado en esta región, se perdía por evaporación natural y que, de cada litro quedaban  solo 62 centilitros. El nombre de Clavelin proviene del apellido de la familia que, en el siglo XVIII, encargó a una fábrica de vidrio de de La Vieille-Loye que le produjeran botellas de 0,62 litros para su vino amarillo.

Clavelin. Fuente Wikimedia. Autor: PRA

Dame-jeanne o Damajuana. Se trata de una vasija de vidrio de cuerpo voluminoso, redondeado y cuello con el de una botella, a veces protegido con un revestimiento de mimbres o cañas. Una especie de garrafa de diez litros de capacidad donde se embotellaban los vinos de la Provenza. Aunque, también, era el recipiente usado para transportar vinos a granel.

El origen de su nombre es uno de los más bonitos que hemos presentado en este post. Cuenta la historia que, en el siglo XVI, en un día de tormenta, la reina Juana I de Nápoles se resguardó en el taller de un maestro vidriero en la aldea de Grasse, localidad francesa en los Alpes.

Cuando la reina entró en donde trabajaba el vidriero, se interesó por el proceso de fabricación de las botellas. El vidriero, viéndose halagado por el interés de la monarca, y, probablemente, para alardear ante ella, se puso a soplar con tanta fuerza que consiguió una botella de enormes capacidades.

Este resultado, debido a un error de cálculo, sorprendió enormemente a la soberana y el maestro vidriero lo llamó en su honor “Reine Jeanne”, a lo que la reina puntualizó que era más adecuado llamarla “Dame Jeanne”.

A partir de entonces, estas damajuanas fueron uno de los recipientes más importantes a la hora de almacenar y transportar cualquier tipo de líquido, especialmente, vino.

Damajuana. Fuente: Wikimedia Autor: Doalex

Entradas anteriores