Reflexiones con un vino por Xavi Martínez

Reflexiones con un vino por Xavi Martínez

La jaula

Aquí estoy. En uno de mis momentos favoritos. Tras la tormenta de movimientos y viajes, llega mi calma. Y mi vino.

Hemos hecho una bonita alianza con mis amigos de Protos. Y como suelo escribir habitualmente con una copita de vino cerca, qué mejor que hacerlo esta vez descorchando su Crianza. Es un placer ser parte de este blog. Gracias por ese tiempo que estáis dedicándole ahora mismo a mis soles y lluvias.

Venimos de escuchar tanto eso de “por favor, mantenga la distancia de seguridad”. Distancia. Lejos. Espacio. Encerrados. No lo vimos venir.

Aunque pensándolo bien… Antes de que nos obligaran a ello, muchas veces ya estuvimos lejos. También de nosotros mismos.

Estuvimos encerrados en aquel orgullo poco productivo. En aquella idea que no merecía revisión. En el miedo de no decirnos lo que sentíamos. Recuerdo cuando estábamos encerrados creyendo que éramos los más libres del planeta. Y entonces, confinados y encerrando todo eso, se liberó algo más bello: la poderosa certeza de que la llave que abría nuestra jaula siempre estuvo en nuestro bolsillo.

Es bueno tomar distancia en algunos momentos. Vista de pájaro. Ver con perspectiva y volver al campo de batalla. De la misma forma que creo que es bueno poner límites con las personas que nos alejan de nosotros mismos. No sabemos cuántos minutos, horas, días o años nos quedan en esta vida. Pero sí podemos hacer que todo ese tiempo se llene de distancias cortas con las personas que lo merecen. Sé que los que nos quieren de verdad y sin condiciones estarán cerca aunque haya kilómetros de distancia.

No sé si salimos más fuertes, más sensibles o más vulnerables. Sólo sé que salimos más cerca. De nosotros y de nuestros aliados en el camino. También de los que todavía están por llegar. Así que ahora la distancia es sólo una medición que cuantifica la longitud de un recorrido. Porque el amor verdadero no se puede medir. Eso es lo que entendimos al fin, al meter la mano en ese bolsillo, encontrar la llave y abrir nuestra jaula.

¿Cerraremos por fuera y lanzaremos la llave al mar?

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