Noche de San Juan

Noche de San Juan

Hay fechas que muchas personas esperan durante todo el año. No son fiestas oficiales ni grandes hitos históricos, pero se han convertido en tradiciones cada vez más celebradas. La noche de San Juan es una de ellas: un ritual colectivo, casi primitivo, que marca con fuego la llegada del verano.

El origen de esta celebración se remonta a ritos paganos que festejaban el solsticio de verano, agradeciendo al sol su máximo esplendor. Con el tiempo, se mezcló con creencias religiosas y populares, dando lugar a costumbres como saltar hogueras para purificarse, bañarse en el mar a medianoche o escribir deseos para atraer lo nuevo y dejar atrás lo viejo.

Pero no nos engañemos: ¿quién no espera la noche de San Juan para reunirse con amigos alrededor del fuego y, por qué no, abrir una botella bien fría de un vino especial?

Baño de San Juan, salud para todo el año

Aunque no todos salgamos a escribir deseos o a lanzarnos al mar, hay algo que convierte esta noche en un momento distinto. La idea de dejar atrás lo viejo, de brindar por lo que viene y de compartir sin grandes planes. Y si ese círculo se forma en torno a una hoguera, el vino no puede faltar.

Lo importante es la compañía y el ambiente. Por eso, es esencial elegir vinos que sepan a verano, que refresquen y que acompañen.

Aquí van tres propuestas de Protos que encajan como anillo al fuego (nunca mejor dicho):

Aire de Protos

Un vino blanco ligero, aromático y lleno de fruta. Ideal para ver el atardecer mientras se encienden las primeras hogueras y las conversaciones aún fluyen con calma.

Protos Sauvignon Blanc

Cítrico, vibrante, con ese punto herbal que limpia el paladar y da ganas de seguir hablando. Un buen Sauvignon Blanc va bien con amigos, con juegos, con tapas sencillas y con charlas bajo la tenue luz de la luna.

Protos Verdejo

Protos Verdejo, el blanco que nunca falla. Seco, afilado, con ese fondo afrutado que lo hace amable pero con carácter. Perfecto para quienes cumplen con el ritual de tirarse siete veces de espaldas a las olas, y se quedan despiertos hasta ver el amanecer.

Iniciar el verano con el vino adecuado

Celebrar San Juan es, en el fondo, una forma de cerrar un ciclo, dejando atrás lo que ya no queremos. Aunque sea simbólico y aunque no saltes hogueras, ni escribas deseos, es una manera de dar la bienvenida a lo nuevo, con fuego, con risas y con una copa en la mano.

En ese gesto, el vino es un acompañante que se convierte en parte del ritual.

Así que, aunque la noche ya haya pasado, puedes seguir celebrando la entrada del verano con una botella bien fría de cualquiera de los vinos propuestos. Y brindar con los tuyos por todo lo que se viene.

¡Salud!

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