Cada vez es más habitual encontrar personas que eligen una alimentación basada en vegetales, ya sea por salud, por sostenibilidad o simplemente por preferencia. Pero si algo nos enseña la cocina vegetariana es que no hace falta complicarse para lograr platos con riquísimos. Basta con buenos ingredientes, algo de ingenio… y, por supuesto, una copa de vino que los acompañe.
En la Semana del Vegetarianismo, en lugar de preguntarnos qué falta, nos fijamos en lo que abunda: sabor, frescura, combinaciones inesperadas. Y aquí van algunas ideas.
Imagina unos pimientos del piquillo rellenos con berenjena asada y ricotta, coronados con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y gratinados al horno. El dulzor natural del pimiento y la cremosidad del queso encuentran su equilibrio perfecto en un tinto joven como Protos Roble, con notas de fruta roja y taninos suaves. Un contraste amable, perfecto para las noches que empiezan a refrescar.
Las cremas son un básico que, con un par de detalles, se transforman en algo sorprendente. Como la de zanahoria y naranja con jengibre. Su textura sedosa, la acidez ligera del cítrico y el punto cálido del jengibre forman una mezcla inesperada y refrescante. Y si se sirve templada, aún mejor. Un blanco como Protos Sauvignon Blanc, con su perfil fresco y ligeramente tropical, se adapta con facilidad a esta receta ligera pero expresiva.
El risotto de calabaza y salvia es un plato de fondo que no necesita presentación. La dulzura de la calabaza, el perfume herbal de la salvia y la textura cremosa del arroz forman una combinación que pide una copa a su altura. Aquí entra el Protos Verdejo Reserva, con sus notas cítricas y fondo ligeramente amargo, que limpia el paladar sin competir con la delicadeza del plato.
Hay recetas que invitan al picoteo, al centro de la mesa, a disfrutar sin normas. Las brochetas de tofu marinado con soja, jengibre y lima, acompañadas de verduras a la plancha, son de esas. Ahumadas, jugosas, llenas de matices. Y con un toque oriental que marida de forma excepcional con Protos 9 meses, nuestro tinto ecológico. Un vino expresivo, fresco, pero con suficiente estructura para acompañar sabores intensos y especiados.
El vino es fruto de la tierra. Y hablar de alimentación vegetal también es hablar del entorno, de los ritmos naturales, de la sostenibilidad. Cada vez más consumidores se interesan por vinos que respetan ese equilibrio, por procesos cuidadosos, por bodegas que entienden la vid como parte de un ecosistema.
En Protos, llevamos años trabajando bajo una filosofía de respeto al viñedo, al suelo y al tiempo. Porque un gran vino no solo nace del clima, también del cuidado con el que se trata cada fase del proceso.
El vegetarianismo no es una moda. Es una forma más de entender la cocina y de conectar con lo que nos rodea. Esta semana, te proponemos celebrarlo con platos sencillos, sabrosos y bien maridados. Porque el vino, como la cocina vegetal, tiene matices que solo se descubren cuando uno se detiene a mirar (y a saborear) con atención.