Era el año 1927, cuando 11 amigos de infancia – todos adultos ya y en diferentes profesiones – se reunen para celebrar sus raíces como viticultores y el amor por su pueblo, Peñafiel. Ellos tenían un sueño, no sólo elaborar grandes vinos sino resaltar la importancia de esta olvidada tierra con ilustre herencia. Juntos ayudarían a cambiar la historia de esta región, de vinos rústicos para consumo propio a una de las denominaciones de origen más reconocidas de España, Ribera del Duero.
Aquellos visionarios honraban el terruño, entendiendo sus necesidades y visionando el futuro que vendría, así Protos se volvió una de las bodegas más conocidas e importantes de Ribera del Duero.
Esas 11 familias creían fervientemente en este proyecto y aún lo hacen, con cuatro nietos de esos primeros fundadores en la actual Junta Directiva. Con el paso del tiempo, muchas otras familias se sumaron a este gran proyecto, haciendo de Protos un emblema de identidad en esta región…
“He estado vendimiando desde que aprendí a caminar, tanto mi padre cómo mi abuelo han sido parte de Protos desde hace más de 80 años”
Con este espíritu pionero, Protos continua evolucionando, adaptando nuestros vinos con el máximo respeto a la tierra, manteniéndonos en la vanguardia de los vinos de calidad en España.
En los últimos 10 años, Protos ha estado estudiando todas y cada una de las parcelas de viñedos que tenemos, observando cómo los clones de tempranillo se adaptan y cambian según su situación geográfica, ayudándoles a desarrollar su potencial. Estos estudios nos llevaron a dividir y subdividir todos los viñedos para así tener un conocimiento más profundo de la viña y elaborarlo por separado para lograr la máxima expresión de cada terruño.
En Protos, mantenemos un estricto control sobre todos nuestros viñedos durante el año, monitoreando sus niveles de madurez y analizando 200 muestras diarias para conocer el momento idóneo de recolección en cada uno de los viñedos.