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Descripción del proyecto

El Síndrome de Dravet también conocido como Epilepsia Mioclónica Severa de la Infancia comienza a manifestarse entre los 4 y los 12 meses de vida, cuando aparecen las primeras crisis epilépticas prolongadas y muy difíciles de controlar, que derivan en estatus epilépticos y requieren el ingreso hospitalario de los pacientes en la UCI. En edades más avanzadas, es frecuente la aparición de otros tipos de crisis, el retraso cognitivo se hace más evidente y aparecen otros trastornos neurológicos y alteraciones graves de la conducta. Actualmente no se conoce cura y uno de los síntomas más visibles en el síndrome de Dravet es la epilepsia.
Los pacientes con síndrome de Dravet pueden tener una crisis en cualquier momento, incluso durante la noche mientras descansan y por la posición en que quede el cuerpo del paciente, puede producirse la muerte por asfixia en pocos minutos, al quedar “atrapada” su cara en una a almohada común, bloqueando su nariz y boca o producirse una lesión cerebral provocada por la falta de oxígeno.

Hemos localizado en el mercado una almohada antiasfixia, que por sus características de diseño transpirables la hacen una almohada “dinámica”, formada por tres elementos: dos piezas grandes rectangulares en su parte externa y otra de menor tamaño en la parte central, que poseen diversos orificios que coinciden en su posición cuando se colocan las tres piezas juntas. para ayudar a prevenir la asfixia. Una almohada normal bloquearía la nariz y boca, pudiendo llegar a provocar daños neurológicos por falta de oxígeno o incluso la muerte por asfixia.
Con la almohada antiasfixia no se bloquearían las vías áreas.
El flujo de aire circularía a través de la almohada y alrededor de la nariz y la boca, permitiendo la respiración.
Además de los beneficios directos que tendría el paciente, la almohada antiasfixia ayudaría a reducir en gran medida la ansiedad del cuidador por temor a la asfixia durante una crisis epiléptica nocturna.